«Desarrollo software«.
Creo que es lo más concreto que puedo decir sobre lo que hago y me gusta hacer.
Vivo en Argentina, país en el que nací, con mi mujer, Lidia, y el amor de mi vida: mi hijo, Guille.
Comencé a programar a los 14 años como un pasatiempo, creyendo que la electrónica era mi verdadera vocación. Seguí programando, pasando por distintos lenguajes y plataformas, y probando distintas tecnologías. A los 17 obtuve mi primer trabajo como programador. No fue la mejor experiencia, pero me sirvió para transitar las primeras piedras del sendero tecnológico que aún hoy sigo descubriendo y elijo.
Hoy, con 0 años, llevo más de la mitad de mi vida trabajando en lo que inició como un hobby de verano y se convirtió en mi profesión.